Decía Aristóteles que “el amigo es otro yo. Sin amistad el hombre no puede ser feliz”.
Fue a los 23 años que Erik Satie escribió una de sus más grandes obras. Las Gimnopedias. El nombre proviene de ciertas festividades espartanas, celebradas entre junio y julio, donde los jóvenes bailaban y competían por entero desnudos al desamparo de las inclemencias del tiempo
El viento. El intangible viento. El que empuja las velas de los barcos, el que apaga de un soplido las velas de los candeleros o de los pasteles, el de la música que sale de los clarinetes o lo saxofones. Viento. Viento de febrero loco y marzo otro poco.