Su vida, en la que la música y los hombres, la bebida y las drogas lucharon por ocupar el primer lugar, parece la trama de una película dramática (que por cierto se hizo basándose en ella, pero sin su talento). Pero la verdadera Lady, la que metió el blues en todas sus canciones está en los discos, en su magnífico legado. Ahí está Billie Holiday en toda su gloria y triste esplendor. Con músicos selectos en circunstancias no siempre ideales. Celebrémosla así.