Lirismo. ingenio y surrealismo. Todo cuajó en el molde del subconsciente de Syd para reemerger con una voz, un sonido y un estilo únicos. En el escenario, cuando los músicos de pink Floyd no se perdían por completo tras las proyecciones visuales y el destello de las luces, Barrett dominaba la imagen del grupo con la intensidad de su presencia; de manera ominosa agitaba los brazos envueltos en una larga capa, entre ráfagas de feedback interestelar.