Ahí, en el corazón de Muscle Shouls se acababa de inventar el country soul, el soul sureño. Arthur Alexander, su creador (y en el que volcó todas sus influencias), se convirtió en un cantautor prestigioso que escanciaría su talento en un sinnúmero de piezas memorables. Tanto que pocos meses después los Rolling Stones y los Beatles harían sus versiones y con el tiempo infinidad de intérpretes más.