Lo importante de la música de Parker, sin embargo, no fue su evolución en sí impecable, coherente y siempre en busca del más difícil todavía sin perder entidad emocional y complejidad formal, sino el hecho de que su modus operandi haya sido el germen de un subgénero copiado y reproducido por decenas de artistas posteriores que, por lo mismo la han convertido en un clásico contemporáneo.