Esta vez lo hacen al componer ritmos electrónicos pulidos con tempos sacados del pop más clásico. Un cuadro que cobra sentido bajo sus impecables melodías y milimetrada estética avant-garde. Trabajo que completa una trinca sobresaliente y que les llevó tres años en su hechura (con el mínimo aparataje: computadora portátil, software y teclado). Lo bautizaron con sólo esas tres palabras (surgidas de un puro verbo irregular inglés).