El del último siglo tiene joyas y tesoros que por fortuna y gracias a la tecnología han sido recopilados y guardados en todos los formatos, pero también se han ido incrementado gracias al gusto de las féminas en cuestión. Así que cuando me hablaron de un club en la ciudad donde vivo, que brindaba el concepto de más alta calidad en este sentido, me apresuré a conocerlo para corroborar que, efectivamente, el gusto seguía manteniendo la tradición, la clase y el estilo de legitimidad artística.