Ciudad por la que la música ha transitado e identificado su andar desde hace por lo menos mil años. El reto: hacer entrar la actualidad por el oído y a través de un espacio en específico: su noche. Tiempo del ocio expansivo y sensual para el que una artista tuvo que encontrar nicho y luego forjarlo, para construir en él una marca con la que comunicar su idea. Así, resultó el packaging completo de la colección.