Al oír suspirar entre sueños a la mujer que dormía a su lado recordó que ante las tribulaciones y dudas que tenía en aquel pasado, la mujer de entonces lo abrazó y le susurró cariñosas palabras en apoyo, pero hubo más que eso: lo llevó a una librería y le compró tres libros: uno, el Fausto de Goethe y los dos tomos de El Maestro y Margarita de Mikhail Bulgakov., que le darían un giro a su vida.