El libro de Orwell, 1984, se ha convertido por derecho propio en un hito de la cultura contemporánea y en uno de los textos más mordaces de todos los tiempos. Desde su aparición, y con el auge de los populismos en el mundo, pronto se pueden detectar las simientes del totalitarismo en organizaciones y partidos políticos aparentemente ideales; y en los líderes “carismáticos”, la sombra revelada de opresores manipuladores y obsesivos.
La inteligencia rockera, observadora, nunca ha dejado de llamar la atención sobre ello y lo ha hecho con obras ejemplares a través del tiempo. Desde aquellos años sesenta en que la concientización le puso nombre y apellido a las malévolas circunstancias de cada momento y época, hasta nuestros días.