La receta oficial prescribe mucho maquillaje y un diluido de catsup, del cual el fan a ultranza confía plenamente en que es la sangre tibia de una cabra. El número en que Simmons escupe tal sangre ha ayudado a vender más de 100 millones de discos. Por lo tanto y de manera coherente, Gene Simmons es el que arma los homenajes al grupo, como el tributo Kiss My Ass, por ejemplo, el más popular hasta la fecha.