497. Nothing else matters: Metallica
El personaje que se ha creado James Hetfield con Metallica cruza en esta canción compuesta por él a otra escena, como si de un vacío existencial se tratara. El famoso monólogo que sostiene el protagonista, a través de ella, está resuelto a base del ruido y la furia contenidos por la suavidad de las cuerdas; y cuya voz varía de color y caudal conforme se evidencia la emoción, en una electrizante anagnórisis.
Es la encarnación luminosa que hace del soliloquio un retrato. Una transfiguración de su personaje metálico que conforme transcurre la pieza acaba teniendo carne y pathos: emociona y trasmite la fe, de la que habla, en la capacidad del ser humano para vencerse a sí mismo para ser leal con quien se ama.