El canto de Wyatt continúa siendo ese lamento ahogado y quebradizo que habla de reflexiones sobre el amor y la pérdida, de la vida y la identidad, de la intimidad del artista. Un raro acontecimiento en el andar cotidiano. La obra de este músico es un fresco ejemplar de la existencia contemporánea plagada de desencuentros, fanatismos religiosos, estupidez política, y a la que trata con la sinceridad de siempre y de manera por demás descarnada.