En el Museo de la Cosmonáutica de Moscú, en lo que ahora es Rusia, se encuentran los cuerpos disecados de dos perros, expuestos en una urna de cristal, que flanquean, uno a cada lado, a una de las naves pioneras de la exploración espacial, el Sputnik-5. Se trata de Belka y Srelka.