La diversidad vegetal de Latinoamérica y el Caribe representa una opción para enfrentar la emergencia alimentaria que se vive en el orbe, y que refieren organismos dedicados al desarrollo económico, agricultura y sustento, consideró Teresa Reyna Trujillo.
La investigadora del Departamento de Geografía Física del Instituto de Geografía (IG) de la UNAM, indicó que se debe impulsar la producción de hortalizas, frutas, granos y oleaginosas de origen mesoamericano y/o caribeño, con calidad e inocuidad, que contribuyan a una acertada alimentación.
Son productos alternativos; amaranto, quinua, quelites en general, huazontle, acelgas, verdolagas, nopal, pitaya, tejocote, capulín, anona, a los que no se dedica ni siquiera 10 por ciento de la superficie de cultivo en México.