De los cinco ejes que integran esta Reforma, dos son los que han generado rechazo entre los docentes: la creación del Sistema de Servicio Profesional Docente y la obligatoriedad del proceso de evaluación magisterial. Ambos, considerados por los docentes como un ataque a su estabilidad laboral, resultarán fundamentales para determinar el ingreso, la promoción y la permanencia en el servicio.