La discusión en torno a las iniciativas para la expedición de la Ley General de Aguas y de reforma a la Ley de Aguas Nacionales ha cobrado relevancia en la agenda legislativa y social de México.
Diversos colectivos ambientales, académicos y representantes de comunidades indígenas han expresado su rechazo a ciertos artículos del proyecto, argumentando que podrían facilitar la privatización del recurso y vulnerar el derecho humano al agua.
Sobre este tema conversamos con Óscar Arredondo, experto en legislación hídrica y consultor en políticas públicas: “Lo que se lamenta es que se presentaron reformas a la Ley de Aguas Nacionales de 1992, una ley completamente neoliberal que su fin era mercantilizar el agua […], el agua en México se ha acaparado, se ha despojado del agua a sistemas comunitarios y ha habido muy malos manejos. En principio se celebra que haya una iniciativa de reforma, pero la Ley de Aguas Nacionales no debería de reformarse, debería de desaparecer y una vez que esta desapareciera, crear una Ley General de Aguas”.