Este trato, además de inhumano, es discriminatorio y contrario a las normas internacionales. Por sí solos, ha establecido Naciones Unidas, la segregación y el aislamiento refuerzan los estigmas que rodean la discapacidad mental
Mujeres atadas de por vida a una silla de ruedas o a una cama; obligadas a tomar medicamentos psicotrópicos; sometidas a lobotomías sin el consentimiento informado de ellas y de sus familiares; atrapadas en edificios con techos que gotean, donde los baños están a la vista de todos, donde falta agua corriente y la alimentación es mala; expuestas a violencia física y sexual; así como sumidas en la inactividad, lo que impide su rehabilitación y reintegración social.
Este trato, además de inhumano, es discriminatorio y contrario a las normas internacionales. Por sí solos, ha establecido Naciones Unidas, la segregación y el aislamiento refuerzan los estigmas que rodean la discapacidad mental