Bienestar emocional y agricultura urbana
Diversos estudios científicos avalan que la práctica de la llamada terapia hortícola reporta diversos beneficios: a nivel cognitivo, estimula la memoria, mejora la concentración y desarrolla nuestra capacidad creativa; en lo psicológico, mitiga la depresión, disminuye la ansiedad y el estrés, desarrolla la autoestima e incrementa la sensación de bienestar.
En cuanto a los beneficios físicos, la terapia hortícola reduce la presión sanguínea y el ritmo cardiaco, aumenta las endorfinas, contribuye a la adquisición de hábitos alimenticios saludables y a la reducción de la obesidad, a la vez que es un medio de participación e interacción social.