Ley Nacional de Aguas y Cambio Climático
La Declaración de Dublín de 1992 es uno de los primeros documentos internacionales en reconocer el papel fundamental de la mujer en el abastecimiento, gestión y conservación del medio ambiente. Ese mismo año, la Declaración de Río incluye un capítulo sobre la mujer y el desarrollo sostenible.
Tres años después, en 1995, la Plataforma de Acción de Beijing estipula integrar las preocupaciones y perspectiva de género en las políticas y programas medioambientales.
Por su parte, la Conferencia Internacional de Agua Dulce, realizada en Alemania en 2001, sostiene que “las políticas en materia de agua y los sistemas de administración del agua deben tener en cuenta a ambos sexos. Deben reflejar la división de las funciones y del trabajo –remunerado y no remunerado– entre
hombres y mujeres en todos los contextos relacionados con el agua”.