El desarrollo de la tecnología ha transformado la sociedad en las últimas décadas. Su aplicación en el entretenimiento, la comunicación personal, la educación, la salud, el deporte, entre muchos otros ámbitos, se ha presentado de manera vertiginosa con implicaciones diversas, tanto a nivel individual como social.
Asimismo, la utilización de la tecnología y su incorporación a nuestras vidas, implica maneras distintas de ejercitar ciertas partes del cerebro y, por supuesto, nuevas formas de pensar, diversas rutas y estructuras lógicas de pensamiento.