En 2018 se registraron 164 asesinatos de defensoras y defensores de la tierra y del medio ambiente. En la mayoría de los casos, la impunidad dificulta identificar a los responsables, si bien se pudo vincular a las fuerzas de seguridad del Estado y a actores privados como sicarios, bandas criminales y terratenientes con al menos la mitad de las muertes.En un informe presentado la semana pasada por la organización civil internacional Global Witness quedó confirmado que América Latina es una de las regiones más peligrosas para alzar la voz a favor de causas medioambientales. México se ubicó en sexto lugar entre los países más letales para las y los defensores. Dos fueron las mexicanas asesinadas en 2018: Guadalupe Campanur, una de las fundadoras de la ronda comunitaria de Cherán; y Janeth González López, del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui.