Fue en los años ochenta del siglo XX cuando las feministas españolas forjaron como grito de guerra en su cruzada a favor del aborto el lema: “Nosotras parimos, nosotras decidimos”. En 2013, la proclama volvió a las calles de la nación ibérica, ante el intento del gobierno de Mariano Rajoy para regresar a la época en que éste era un delito regulado. En México, al más puro estilo de los Estados totalitarios, se tiene una legislación restrictiva en materia de aborto y una falta de acceso aun ante causales legales, como una violación
En el siglo V antes de Cristo, Hipócrates describió la evolución mortal de las mujeres con tumores mamarios. El concepto de curación con cirugía fue postulado en el siglo XVII, pero las bases teóricas para una mastectomía radical se formularon en el siglo XIX y a partir de entonces ésta fue la intervención quirúrgica estándar durante varias décadas. En cambio, desde la perspectiva de los derechos de las pacientes, la historia empezó a escribirse tras la Segunda Guerra Mundial y el primer instrumento específico se formuló en el año 2000: la Carta de París o Carta Mundial contra el Cáncer, en cuyo artículo séptimo se establece el compromiso de reforzar el papel del enfermo de cáncer como parte activa en la lucha contra la enfermedad.
En 1975, en uno de los actos con motivo del Año Internacional de la Mujer, la sociedad mexicana tuvo noticia por primera vez de la lucha que llevaban a cabo las taquilleras del Metro. En el citado foro denunciaron las condiciones discriminatorias que sufrían por ser mujeres: se le consideraba trabajadoras de confianza, por lo que se les privaba de una serie de prestaciones de las que sí gozaban los hombres, cuando el puesto de taquillero era asignado a varones. Su lucha, de más de 40 años, inició con la búsqueda de basificación, la cual finalmente se logró. Sin embargo, en la actualidad todavía enfrentan rezagos en sus condiciones laborales, además de acoso y hostigamiento de parte del sindicato del Metro