430. John Coltrane: Ubicuidad cardinal

Wuthering Heights (Cumbres borrascosas), de Emily Brönte, es una narración realizada con pasión, sabio manejo del lenguaje, agudo trazado de personajes y detalles, y con una gran capacidad persuasiva. Características, además, que la volvieron universal y con vigencia, no obstante el peso histórico de la época que planea sobre toda ella.
Superorganism pasa de la abstracción de una idea a la materialización de una forma, producto de su formación tecnologizada, pero con criterio, capacidad de análisis y responsabilidad con lo que iban a crear: pop-art. Realizaron un gran ejercicio de autogestión y de autocrítica y generaron entonces su oportunidad, la de formar parte de aquellos artistas que, al presentarnos obras concretas, proporcionan igualmente herramientas para escuchar parte de la actualidad en la que vivimos.
La librería Shakespeare & Company, de obligada visita para cualquiera involucrado con la cultura, instalada en el número 37 de la rue de Bûcherie, cerca de la plaza de Saint Michel, frente al río Sena y muy cerca de Notre Dame, tomó para sí los conceptos de Sylvia Beach y ahora es quizá la librería más famosa en el mundo, ejerciendo su labor de gran leyenda desde esa pequeña placita de la Ciudad Luz, por la que revolotean cientos de visitantes cada día.
El rock desde la concientización de sí mismo como género ha respetado sus raíces y cualquiera de sus auténticos seguidores sabe que, una y otra vez, hay que hacer una inmersión en ellas y sumergirse también en su rica hemeroteca. En ésta se puede llegar hasta los versos de John Donne, por ejemplo, para descubrir el espíritu del género.
Gene Simmons, el bajista y punto focal del grupo, fue quien perfeccionó el concepto del Kiss exitoso. Es el cerebro financiero y el director comercial del grupo. Cuida en persona que al finalizar cada gira mundial se puedan embolsar decenas de millones de dólares, por presentaciones y por la venta de parafernalia.
En el rock & roll, al comienzo de su tiempo, se encuentra una onomatopeya y sólo una por sobre todas las demás cosas que se han ido acumulando, cuya expresión que retrata la emotividad y la salvaje energía que posee el género: “¡A-womp-bomp-a-loom-op-a womp-bam-boom!”, que abre el tema clásico “Tutti Frutti” de Little Richard. A la que siguió la no menos popular “Be-Bop-A-Lula” del igualmente peligroso Gene Vincent.
En los terrenos musicales del jazz y del rock, se tiene a Moby Dick como uno de sus libros canónicos. El jazz adquirió su Premio Nobel literario a través de la escritora Toni Morrison, quien mencionó entre sus influencias la obra de Melville, mientras que el rock llegó al suyo mediante otra forma literaria, la de la canción.