469. Automa Cavaliere: Leonardo Da Vinci

La poesía en el cine es una urgencia candente que no se puede expresar de otra forma que en imágenes gloriosas. Quizá ahí sea donde se mejor se pone de manifiesto esta sensación, en la que con la movilidad cambiante, la filmación de detalles, cortes y tomas diversas, convierte al mundo conocido en vistas originales y de una apariencia distinta. Plasmada así es la textura vital de los sueños y un anclaje que nunca ata para detenerse en ellos.
Alguien improvisa con el relato de su vida y el sonido se alarga interminable, desatando cantos o relatos sucesivos y mezclados con otros terrenos, con otros semejantes, sin distancia. Mientras el instante reclama libertad y la dignidad del ser humano. El sonido de tal palabra se escucha porque simplemente viene de dentro e invade no sólo el espacio, el lenguaje, sino también el tiempo. De Toni Morrison son tales logros escriturales.
El humor de Julio Torri se aclimató tan perfectamente que perduró en las letras mexicanas gracias a su rara calidad y auténtica sensibilidad para la flaqueza humana, sin agotarse en sí mismo. La suya no es solamente una manera especial de ser concebida la ironía o lo risible.
Cinco años después de aquel abrupto parón del 2014, el beat totémico volvió a reunir a The Black Keys, banda que con discos como Brothers o El Camino, se convirtió en la última década en un gigante musical como los de antaño.
El sistema tirano dice que con la Red podemos estar conectados en todo momento, sin importar el lugar, para estar alertas. Eso es lo que vende tal sistema a través de la tecnología, la ilusión de la omnipresencia. Hacerle creer a las personas, a cada una de ellas, que tiene la habilidad de estar en todos los sitios precisos, en los momentos precisos, dándoles la impresión de poder estar en todas partes y prevenidos contra algo (con la ansiedad constante).
Artista inquieto, tras la muerte de Jim Morrison y de los Doors, Ray Manzarek mostró todo el bagage del que era poseedor.