En 1995 que la Plataforma de la Conferencia Mundial sobre Mujeres de Naciones Unidas estableció por primera vez la necesidad inaplazable de integrar la perspectiva de género en las decisiones presupuestarias y comprometió a los gobiernos a ajustar sus presupuestos para asegurar la igualdad de acceso a los gastos del sector público. En México fue a partir de 1999, con la creación de la Comisión de Equidad y Género en la Cámara de Diputados, que se desarrollaron las primeras actividades para incorporar programas específicos para las mujeres al Presupuesto de Egresos de la Federación.